MEMORIA DEL COLOR

Menchu Lamas
Durante 2019
La exposición “Memoria del color” de Menchu Lamas se inaugura el próximo viernes día 15 de febrero en la Galería Gema Llamazares con una selección de obras recientes. El color aparece en Menchu Lamas como protagonista central del hecho pictórico. Estratos de color, texturas cromáticas, sutiles movimientos de la materia dotan de dinamismo a la superficie. Magia del color en amarillos radiantes, verdes intensos, azules llenos de magnetismo. Existe un gran contraste entre tonalidades cálidas y frías. Pasión cromática como decisivo vector sensorial. El color define los espacios y configura un hábitat para la mirada. La imagen surge como hecho constructivo derivado de esa interacción. Una geometría pulsional define la composición enlazando las distintas partes del cuadro. Laberintos e intersticios perceptivos, líneas de luz. Una abstracción simbólica donde se fusionan grafismos, gestos, evocaciones y sugerentes presencias. La carta de color se manifiesta aquí con toda su plenitud. La respiración del color, los diálogos fronterizos entre los diferentes tonos. “Cuándo el color respira la imagen vibra y el cuadro toma cuerpo”: señaló la artista en un acto reciente al entrar en la Academia Gallega de Bellas Artes. La dialéctica de la forma establece membranas primordiales y sugestivas superposiciones. En ámbitos de encuentro coexisten distintos elementos que se amalgaman en un espacio unitario. Las formas reclaman una mirada nueva a través de tramas y redes de sentido en una continua metamorfosis cromática. Una dimensión táctil donde los fragmentos adquieren una visualidad de conjunto en equilibrio. El proceso de creación está presente en huellas y manifestaciones de la expresividad pictórica. Intensidad y energía de un vocabulario simbólico que adquiere dimensión personal. Manos, improntas, deslizamientos. El color recorre estas superficies y parece establecer un pacto con la luz. Espirales en flujo solar, rotación de círculos y esferas, recorridos de los vectores compositivos. Siluetas y contornos recortados con pronunciada nitidez. La mirada atraviesa espacios perforados. Unas coordenadas primigenias, telúricas. El enigma siempre presente en su trabajo que aparece próximo al emblema y con la rotundidad visual de un talismán.
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